La demanda de entradas superó en esta oportunidad las capacidades de los organizadores.
La última edición de la Caracas Comic Con del presente año trajo consigo un cambio a la dinámica que ha mostrado este evento a lo largo de sus presentaciones en los años recientes y que ha logrado posicionarla como uno de los eventos más importantes para la comunidad geek, gamer y otaku venezolana.
En esta oportunidad los espacios del Eurobuilding no se dieron abasto para la alta demanda que suele tener dicha convención; lo que dificultó el acceso de los asistentes y su desplazamiento dentro de las instalaciones. Muchas personas permanecieron durante horas en cola y no vieron recompensa a su paciencia: simplemente no había espacio para un alma más. No obstante, los organizadores tomaron nota para el segundo día y solventaron el inconveniente limitando el número de entradas a la venta y poniendo a disposición mucho más personal para atender las inquietudes del público.
Vale señalar que el trato y recepción a medios de comunicación fue más que cordial y amistoso, gracias al buen manejo de los equipos de protocolo y logística, quienes hicieron lo posible para agilizar el ingreso de los trabajadores de la prensa.
Una vez dentro de las instalaciones se observó una amplia variedad de stands con videojuegos, mercancías, ilustraciones, fotografías, pósters, peluches, artes en papercraft y todo lo que, en medida de lo posible en la crisis venezolana, se puede pedir a este tipo de encuentros.
Debe hacerse mención especial a los Stand de Star Trek Venezuela, Harry Potter, Pokémon Venezuela, Star Wars: Jedi Council, Calabozo Criollo, Barbie Venezuela, el Palacio de las Orquídeas, Game of Thromes y los espaclos dedicados Marvel y Justice League.
Se pudo disfrutar del buen ánimo y disposición de los vendedores dentro de las instalaciones, hecho que no se pudo ver del todo recompensado en numerosas ventas debido a los altos costos (a responsabilidad de los consumidores) y las kilométricas filas que se debían hacer para cancelar con tarjetas de débito y/o crédito. Se hizo lo posible en estas circunstancias tan precarias.
Por supuesto los cosplayers animaron y adornaron el evento con su carisma, poses y creatividad para interpretar a sus personajes, aunque el limitado espacio dificultó las fotografías y el compartir con los asistentes. La Yamato Venezuela premió a Ana Sánchez, quien representará al país en instancias internacionales.
Los videojuegos no quedaron por fuera. Quienes asistieron a la Comic Con tuvieron la posibilidad de participar en partidas de clásicos como Mario Kart, Just Dance, Tekken 7 e incluso un torneo de Pokémon Sol y Luna organizado por la comunidad de Pokémon Venezuela.
La animación y conducción del evento, a cargo de Andrés Arévalo y el youtuber Cissco, hizo más ameno el rato para los asistentes dentro de las instalaciones del Eurobuilding. Por su parte, hay que destacar de los invitados especiales: el youtuber David Show, los actores de doblaje Juan Guzmán y Rebeca Aponte; además del cosplayer Luis Matheus quienes compartieron sus experiencias con los visitantes y arrancaron numerosas risas.
En conclusión la última edición del Caracas Comic Con atravesó una etapa de transición y experimento, que deberá superar los problemas del espacio y ubicación de sus eventos si desea cumplir las expectativas de sus consumidores, ya acostumbrados a encuentros de mayor calidad.
Un aspecto positivo de todo fue que el staff, encabezado por la organizadora y fundadora, Daniela Paolillo, reconoció el calvario que padecieron los asistentes al evento y se comprometió a que estos errores no se repetirán en próximas oportunidades.
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